Los dos textos que se reproducen, pertenecientes a Mariano Torrente, liberal, apologista del cambio dentro del orden y Luis María de la Sierra, defensor del prohibicionismo, son magníficas muestras del intensísimo debate arancelario en torno a la «cuestión de las harinas» que se prolongó, con mayor o menor intensidad, a lo largo de toda la segunda mitad del siglo XIX y que solo finalizó con la renuncia española, en 1898, a la soberanía sobre las islas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.