De forma escalonada, en diversas campañas y territorios, derrotados pero negándose repetidamente a considerarse definitivamente vencidos, celtas y germanos lucharon durante siglos para oponerse a la expansión romana, primero en la península Itálica y posteriormente en Europa septentrional y meridional, según se extendía la mancha imparable del Imperio romano en un afán de conquista desmedido. A lo largo de cinco siglos, las derrotas más humillantes y en algunos casos decisivas obtenidas sobre las casi siempre invencibles legiones, no fueron obra de ejércitos estatales poderosamente armados y equipados, sino de tribus celtas y germanas, que, aun careciendo de una organización política unitaria, fueron capaces de luchar hasta el exterminio o la victoria en defensa de uno de sus principios más sagrados: el respeto a la patria y a la libertad. El texto va acompañado: mapas, esquemas, fotos, grabados, y recrea las batallas y campañas gráficamente