El asesinato del detective Reardon en el distrito 87 hace saltar todas las alarmas en la comisaría de policía. Cuando, poco después, su compañero también es brutalmente asesinado, las autoridades comienzan a sospechar de un posible ajuste de cuentas, en una zona de la ciudad donde las bandas y el crimen organizado pugnan por imponer su propia ley. Pero el cadáver de un tercer agente desconcierta a propios y extraños, obligando al detective Steve Carella a poner los cinco sentidos en la captura del asesino de policías. De repente, todo el mundo se convierte en sospechoso y nadie parece contar todo lo que sabe acerca del caso. Carella deberá apresurarse porque todo apunta a que él mismo podría ser el próximo en aparecer en una fría y aséptica bolsa de plástico.