A juzgar por la orientación de sus políticas impositivas, algunos gobiernos parecen asociar ciertas ventajas a la concesión de incentivos fiscales como instrumento para atraer inversión extranjera directa (IED). Sin embargo, los resultados de la literatura empírica sobre los determinantes de la IED no son concluyentes a este respecto. Por ello, el objetivo de este libro es profundizar en estas cuestiones, para lo que se propone un enfoque de la imposición alternativo al adoptado por la mayor parte de los trabajos que han abordado de forma expresa los efectos de la fiscalidad sobre las decisiones de inversión en el exterior. Por otra parte, y dado que la calidad institucional es otro de los determinantes que parece condicionar la localización de IED, se plantea en qué medida el uso de incentivos fiscales que redunden en una disminución de los ingresos públicos, puede afectar de forma negativa a la calidad de unas instituciones poco consolidadas, como suele ser el caso de las economías en transición, con un impacto en términos de atracción de capital exterior contrario al perseguido. Para abordar todas estas cuestiones, nada mejor que partir de la experiencia de los países de la Europa del Este actualmente socios de la UE, que durante varias décadas se han conformado como un área de referencia para la localización de IED, y que vienen haciendo una apuesta decidida a favor de unos niveles de fiscalidad reducidos.