La joven Gaud, cuyo padre, tras haber hecho fortuna, acaba de regresar con su familia al puerto bretón de Paimpol, asiste por primera vez desde su infancia a la vuelta de los pescadores de Islandia. Entre todos ellos distingue a Yann Gaos, el más alto y más fuerte, y amigo de su primo Sylvestre Moan. Yann es objeto de burla por parte de sus compañeros, pues a sus veintisiete años todavía no está casado, pero él contesta riendo: mi boda, la celebraré con el mar. PIERRE LOTI describe con talento y fervor este mar bravío que tantas vidas de marinos bretones ha sesgado.