Sara Crewe, hija de un rico militar destinado a la India, es internada en el colegio de Londres de la señorita Minckin cuando tiene siete años. Los medios económicos de su padre le permiten llevar un alto nivel de vida y la salvan de la inquina que le coge la directora. Sara se hace muy popular entre sus compañeras por su bondad y por su don para contar historias. Pero cuando llega la noticia de que su padre está enfermo y arruinado, es convertida en una sirvienta más del colegio. En esas condiciones, Sara conserva su presencia de ánimo y, como el lector desea y espera, encuentra el final feliz que merece.