Más allá del enigma, el presente trabajo es una respuesta a la estrella de Fulcanelli; a su última meta. La más obvia y necesaria es la de la muerte que en la hora del destino nos acaece a todos como dramático refugio. Al margen de la destrucción de la persona en los pudrideros, dicha respuesta plantea las cuestiones post-mortem que, de modo poliédrico, encaran las distintas tradiciones. Y así se contempla la casuística de los estados póstumos que diseñan las tradiciones de la humanidad, los distintos estados tras la muerte. Y sabiendo los preludios que en especialísimas ocasiones se documentan también en vida, interesa ver si iluminan el acontecer del filósofo alquimista. No se olvida, sino que destaca como respuesta ya dada, la supervivencia y regeneración en Sevilla de un Fulcanelli de más de 140 años, sin que con ésta se limite el número de posibilidades analizadas. Los sucesos de Sevilla se revelarán fundamentales pues manifi estan, perfecta ya, la ninfosis del alquimista. Filósofo en el más puro sentido, sabio de la naturaleza, es entonces protagonista por tierras andaluzas de asombrosos espejismos.