El libro ilustra cómo muchos arquitectos contemporáneos, atraídos por un espacio y unas proporciones que ofrecen la posibilidad de una distribución totalmente individual y personal, logran formas nuevas innovadoras al dividir y organizar el espacio. Al mismo tiempo, inspirados por la integridad natural y el encanto rústico de estas estructuras, utilizan principios de diseño que aseguran que los graneros, así como ciertas edificaciones rurales, continúan complementándose e integrándose en el medio en el que se erigen.