La vida cristiana consiste en subir la escala de las bienaventuranzas y cuando caemos fuera de ella, comenzar de nuevo. Las ocho bienaventuranzas representan ocho aspectos del seguimiento de Jesús, ocho aspectos de la pertenencia al reino de Dios. Son como peldaños de una escala perfectamente diseñados. Cada uno de ellos está construido sobre el fundamento del peldaño anterior y conduce al siguiente. A través del ejemplo de la vida de los santos y de la vida cotidiana de cualquier ser humano, el autor ofrece el camino de las bienaventuranzas como camino de vida cristiana que puede ser vivido hoy, en medio de las dificultades de nuestra sociedad.