La presencia de una cuchara en la preparación de manjares culinarios es indiscutible; sin embargo, una bonita cuchara de palo también puede convertirse de manera sencilla en una creativa y decorativa idea, óptima como regalo. Una bruja de las especias es un regalo tan gracioso para los amantes de la cocina, como unos vampiros aliáceos o los niños hortelanos, sobre todo cuando nos abastecen de guindillas, ajos o hierbas aromáticas. El león, el tigre y el ratón invitan a pequeños y mayores al circo de las cucharasen la habitación de los niños. Sofía la revoltosa y el alegre marinero velan por el orden. Una amable vaquita ofrece espacio para hierbas o flores, y el alegre deshollinador desea mucha suerte en el primer día de colegio. Así, la alegre población de cucharas ofrece una gran cantidad de alternativas fuera del uso habitual de las buenas y tradicionales cucharas de palo.