Ofrece la obra un análisis de la evolución del Derecho Social de la Unión Europea a través de sus fuentes y, en concreto, desde la perspectiva de los progresivos cambios que se descubren en la relación existente entre los contenidos de aquél y las diferentes modalidades de intervención de que se sirve la Unión para ejercer sus competencias en materia social. Aunque el empleo de instrumentos normativos (reglamentos, directivas, decisiones) ha sido y sigue siendo el más importante, no pasa inadvertido el recurso a instrumentos de derecho débil (soft law), que avanza, en los últimos tiempos, sobre todo de la mano del conocido como método abierto de coordinación. Ese avance es motivo de preocupación en la medida en que cabe que los expresados instrumentos, que escapan del control del Tribunal de Justicia y hasta del Parlamento Europeo, terminen por emplearse más allá del ámbito de la labor de complemento de la armonización de legislaciones sociales por medio de actos normativos. Las dificultades técnicas, políticas y económicas para que la Unión pueda progresar en su acción en materia social a través de actos normativos explicarían el crecimiento experimentado por el empleo de las técnicas propias del soft law.