Esta secuencia es la experiencia poética de un creyente que ha peregrinado como palmero por la Tierra de Jesús y ha hecho suyas las palabras de San Jerónimo: “por estos rincones ha pasado la gracia y algo de ella ha quedado por aquí”. Poemas oracionales que introducen, a modo de sentencias o jaculatorias, versículos bíblicos, etc. El uso del “tú” poético realza el discurso del monodiálogo con Dios, a ejemplo de los grandes poetas místicos y ascéticos de nuestra literatura. Burgaretta se aparta de desarrollos descriptivos, para lograr, a través de la intensidad de imágenes y la intensificación del instante, la concisión y la brevedad de estos poemas, llenos de luz en la forma y en el fondo: “Jerusalén es un candil que siempre alumbra”.