La Constitución de 1978, y la Ley Orgánica de Libertad Religiosa de 1980, diseñaron un equilibrado modelo de relaciones entre Estado y religión, poniendo fin a la tradicional historia de excesos que había caracterizado la trayectoria constitucional española en materia religiosa. La LOLR fue la primera ley orgánica promulgada en desarrollo un derecho fundamental, lo cual muestra la importancia que se atribuía a la cuestión religiosa en el proceso de transición democrática. Dicha ley constituyó en su día un importante avance en materia de derechos y ha realizado contribuciones inestimables a nuestro orden jurídico. Sin embargo, y como sucede con todo texto legal de prolongada vigencia, la doctrina jurídica ha sabido detectar, junto a sus virtudes, diversos aspectos en su articulado, en su desarrollo reglamentario o en su aplicación práctica, que son susceptibles de mejora. Además, las circunstancias no son ahora las mismas que en 1980: ni la sociología religiosa española, ni nuestra experiencia jurídica en materia de libertades fundamentales, ni el contexto internacional en materia de protección de derechos humanos. Quizá sean esos factores los que han impulsado al gobierno a postular su modificación. Persuadida de que todo proyecto de reforma legislativa sobre todo si se trata de leyes largamente estables requiere un proceso sosegado de reflexión jurídica, la Editorial Iustel ha querido ofrecer en este volumen los estudios de una treintena de especialistas en el tratamiento jurídico del hecho religioso. En ellos se analiza el potencial impacto de una reforma de la LOLR en la tutela del derecho de libertad religiosa, tanto en su dimensión individual como colectiva, a la luz de la experiencia de estas tres décadas y del derecho comparado e internacional. Parte importante del interés de este libro estriba en la pluralidad de posiciones que adoptan los autores respecto a la conveniencia o no de una modificación de la LOLR y de cuáles habrían de ser sus líneas maestras.