¿Cómo influyen el medio social, la edad, el género o la identidad en las relaciones con la cultura? ¿Cómo se entiende la recepción de los programas televisivos por parte de los distintos públicos? Los estilos de vida de los jóvenes ¿son formas de resistencia? Éstas son preguntas básicas que los estudios culturales decidieron introducir precozmente en el panorama intelectual de la Inglaterra de los años sesenta. Desde entonces, se ha producido un vívido debate sobre las relaciones entre cultura y sociedad que presta a los medios de comunicación de masas y a las clases populares la misma atención hasta el momento reservada a la cultura erudita. Y todo ello, al difuminar las fronteras entre disciplinas académicas, cuestiona los límites políticos de los asuntos culturales. Esta obra plantea una auténtica indagación sobre los orígenes y el desarrollo de esta corriente de investigación. Presenta sus principales textos, y analiza con minuciosidad tanto sus aportaciones como sus limitaciones. ¿De qué manera puede explicarse la fulgurante de los estudios culturales durante los años ochenta? ¿Qué pueden enseñarnos sobre el lugar que hoy en día ocupa la cultura, o sobre la circulación planetaria de los bienes culturales y de las investigaciones de que son objeto?