La guardia real ha detenido a Sigfrido, pero aún tienen que llevarlo al reino de Jaspe para que se haga justicia. Mira y Denébola, acompañadas por el príncipe Altrono, descubren que los compinches de Sigfrido van a tender una emboscada a los guardias. Solo hay un modo de impedirlo: usar la clepsidra de Piedra Luna, un objeto mágico que permite viajar a la velocidad del pensamiento. El problema es que ellos no tienen la clepsidra... todavía.