El club está atestado y el gentío atrapa a Gabrielle, pero alguien acapara su atención. A lo lejos, un extraño joven de cabellos negros despierta sus fantasías. Nada, ni la noche ni el hombre, es lo que parece. Cuando Gabrielle presencia un asesinato se da cuenta de que hay algo fuera de lo común en el ambiente, algo oscuro y letal. Desde ese momento se ve empujada a un mundo que nunca pensó que existiera, un mundo donde los vampiros acechan en la penumbra y una guerra que acaba de empezar. Lucan Thorne aborrece la violencia que llevan a cabo sus hermanos renegados. El propio Lucan es un guerrero que ha jurado proteger a su Raza y junto a ésta, a los humanos que coexisten con ellos. Lucan no puede arriesgarse a atarse a una humana, pero cuando Gabrielle se coloca en el punto de mira de sus enemigos, solo puede hacer una cosa por ella, protegerla. En el seno de la raza, Gabrielle, encontrará su destino, la pasión y los placeres más oscuros.