Aparecidas originalmente en 1943 y convertidas en verdaderas piezas de coleccionista (sus precios en el mercado de segunda mano alcanzan a veces los cuatrocientos cincuenta euros), estas aventuras del doctor Brande siguen la estela de las aventuras espaciales que en España ganaron la gloria con las maravillosas planchas de Flash Gordon publicadas en la mítica revista Aventurero. El que puede ser el mejor tebeo de anticipación de toda la amplia gama de aventuras espaciales españolas es una recreación de la novela de Ray Cummings «Tarrano el conquistador» (una de las escasas epopeyas del cosmos que vieron la luz en la España de la preguera civil) que hoy es una recuperación que entendemos imprescindible.