La perdió por su mala cabeza. Ahora se siente vacío, absurdo y sin una camisa limpia desde que ella se fue. Dejó de darle amor por pura desidia, incapaz de hacer feliz a una sola mujer por su «afán de libertad». Un actor sin nombre, en el umbral de los cuarenta, sufre su enésima separación. Esto le lleva a replantearse el sentido y los objetivos de su vida, y a hacer un repaso de ella en un viaje del que somos invitados en clase preferente. Es ésta una novela entre el humor y el desgarro. Si hubiera que resumirla en dos palabras, diríamos que es una novela guarromántica. El guarromanticismo es una tendencia de expresión artística que se rige, entre otras, por una máxima: «Lo cortés no quita lo caliente». Pocas veces un hombre abre su mente y su corazón de la forma que lo hace el protagonista, lo cual nos permite conocer un poco mejor cómo piensa un solateras.