«El poeta en el siglo XXI, ha de ser una mentalidad trascendida. Trascenderse implica romper los límites impuestos a nuestra conciencia por todas aquellas presiones que conspiran en el orden social y religioso contra la libertad original de toda persona, incluido su derecho a la felicidad. La poesía es, y debe seguir siendo, un reducto contra todos los abusos de poder que contaminan, lesionan u ofenden la sensibilidad estética, tanto individual como colectivamente. Y consiste también, trascenderse, en la certera intuición de que la realidad es, precisamente, aquello que no puede verse. Pero el poeta solo dispone de un arma, que lo hace inmensamente peligroso a cualquier orden jerárquica establecida: es su emoción. La emoción forma parte esencial del misterio de la escritura.» Vicente Enrique La Literatura nunca ha sido unívoca ni el arte poética un lago calmo y silencioso, un oasis de paz y armonía con una única perspectiva. Si nos lo planteamos aplicado a los últimos tiempos, desde los años ochenta hasta ahora se han venido desarrollando en España distintas tendencias y estéticas en el campo de la poesía sobre las que debiera mantenerse un debate sereno, heterogéneo e independiente, que es a lo que aspira la vasta panorámica encerrada en el presente libro.