Los textos que componen este volumen se escalonan a lo largo de sesenta y tres años, de 1929 a 1992. El propio Levinas propuso como título Los imprevistos de la historia, pues la historia es una de las constantes principales de esta obra. Bien es cierto que no cualquier historia, sino aquella que es vivida, interrogada y testimoniada por el filósofo; aquella que puede ser pensada desde una profunda actitud de desapego y desprendimiento por parte de alguien que tiene conciencia de estar inmerso en su tiempo. Este libro pone de manifiesto que resulta posible adentrarse por mil caminos en el pensamiento singular de Levinas, abierto a las novedades del presente y a la vez intemporal, tratando en todo momento de esclarecer el ser del hombre a la luz de su relación esencial con el otro. Hitler, Husserl, Heidegger, Sartre son algunos de los personajes que se hacen presentes en estas páginas. Pero también temas como la fenomenología, el arte, la laicidad o la utilidad de la filosofía. Todo suceso da que pensar y todo conduce al desvelamiento o la destrucción del rostro del prójimo.