Dicen que cuando te hundes lo suficiente como para tocar el lecho lodoso de una laguna de contrariedades es imposible ir a peor. Un tipo cualquiera (cuyo nombre real no es relevante para el desarrollo de este relato, pues en breve quedará obsoleto) está a punto de descubrir, en el que considera el peor día de su vida, que ese principio que presuponemos universal puede ser evadido al traspasar las fronteras terrícolas. Al momento se encontrará inmerso en una aventura espacial sin parangón. Sumergido en la inmensidad del cosmos abrirá sus sentidos y su mente, descubriendo que otros muchos principios que asumía como ciertos e inamovibles en realidad no lo son. Acompaña a Rojo a través de esta intensa aventura en la que tendrá que hacer uso de su ingenio terrícola para salir airoso de encuentros indeseados con cazadores homologados por el Consejo Cinegético Intergaláctico, piratas a bordo de veleros cósmicos, agentes espaciales de la autoridad, y otros muchos seres extraterrestres que no se lo pondrán nada fácil.