Los músicos apasionados lo saben demasiado bien: hacer música es fatigoso y puede incluso arruinarnos la salud. Las posturas del cuerpo desequilibradas y los movimientos repetidos constantemente al tocar un instrumento producen a menudo sobrecargas y desgastes en el aparato locomotor que pueden llevar a la incapacidad laboral. Esta obra muestra a los músicos profesionales o aficionados lo que pueden hacer ellos mismos por su forma física y su rendimiento. Médicos y fisioterapeutas describen los síntomas más frecuentes que se pueden desarrollar al tocar un instrumento y dan consejos concretos para la prevención y el cuidado de la salud en el entorno musical. Profesores de música explican los riesgos más importantes para la salud en las distintas familias instrumentales y muestran cómo nos podemos proteger frente a ellos. Propuestas de accesorios ergonómicos y sugerencias contra el estrés y el miedo escénico pueden ayudar a reducir otras cargas adicionales.