En un momento en el que las siempre ambiguas relaciones entre Inglaterra y Portugal parecían haber llegado a un punto especialmente crítico, ¿cómo pudo Eça haber escogido esta novela, para publicarla, traducida, en su Revista de Portugal? De una forma muy sencilla, volviéndola otra, aportuguesándola (¡colonizándola!) para siempre. Distanciándose de ella, más que traducirla, Eça acabará por apoderarse de ella, explotarla, comentarla y, finalmente, reescribirla. (Ana Luísa Vilela)