Arturo Campión realza en este trabajo el momento cumbre del reino vascón de Navarra, el de su independencia y madurez institucional: desde sus orígenes (que en su opinión fueron tiempos oscuros y siempre dudosos), hasta la fijación de las dinastías de cronología firme y su violento final siglos después. La sugestiva manera de narrar no se complace con una historia de mero carácter político pues muestra también interés por asuntos sociales y culturales de la época. Campión dedica buena parte del libro a la conquista y a la desapariciónconsiguiente de Navarra del escenario internacional. El complejo momento político que se vivió en Euskal Herria entre 1919 y 1925 azuzó, en esa misma dirección, su curiosidad por la desaparición del reino; fueron esas circunstancias políticas coincidentes con su trabajo de revisión del texto original de Nabarra en su vida histórica, al tiempo que mantenía una sonora polémica pública con Víctor Pradera, sostenida por el Diario de Navarra, a cuenta del monumento erigido en Amaiur a los últimos defensores de la independencia navarra. Mojón de la obra histórica de Campión, escrito en un florido y armonioso castellano, este libro no dejará de suscitar entre los lectores reflexiones sobre un tiempo pasado que de manera intermitente reaparece en nuestro presente.