Granada, ciudad andaluza, convertida en un vórtice de huracán a partir de los momentos previos a su conquista en 1492, y hoy día clasificada como capital de la última provincia en renta per capita de España, sirve al autor para reflexionar sobre los caminos de la conflictualidad. Se trata de una interpretación inédita sobre lo local en tiempos de cosmopolitización, que tiene un valor metodológico inflexivo para las ciencias sociales.