Puede que Keith Nearing esté pasando el verano de su vida. Ese verano fulgurante que todos guardamos en la memoria y que nos cambió para siempre. Tiene veinte años, y su novia Lily, tras tres meses de libertad para experimentar con otras costumbres y otros cuerpos, ha vuelto con él para que pasen juntos las vacaciones en un castillo en Italia. Porque es el año 1970, ya en plena revolución sexual, aunque no mucho tiempo después de que en Inglaterra –entre la supresión de la censura a El amante de Lady Chatterley y la aparición del primer LP de los Beatles– se empezara a follar. En el castillo, un grupo de jóvenes nadan a favor y en contra de las revueltas aguas del cambio. Las chicas se comportan como chicos, los chicos siguen siendo chicos, y la revolución sexual trae consigo la revolución feminista. Y en estas revoluciones, que no serán incruentas, Keith tiene varios frentes abiertos: seducir a Scheherazade, la hermosa amiga de su novia, que ese verano ha desplegado sus pechos y sus alas como un cisne, escalar y conquistar el canon de la literatura británica, y construirse a sí mismo, una imperiosa necesidad a los veinte años. Pero en los veranos fulgurantes también hay brillos más peligrosos que el del esplendor de los cuerpos, y un orden social que muere no deja un heredero sino una viuda embarazada, y entre la muerte de uno y el nacimiento del otro, mucha agua ha de correr... «La revolución sexual cobra ahora actualidad por gentileza de Martin Amis... Una novela que seduce mucho» (Miquel Molina, La Vanguardia). «Una de las novelas mayores de Amis» (Sergi Sánchez, El Periódico). «Una terriblemente divertida gran novela inglesa» (Rodrigo Fresán, ABC). «Amis es un genio narrador» (Alejandro Gándara, El Escorpión). «Amoral moralidad como las obras de su maestro Nabokov» (Javier Aparicio Maydeu, El País).