Al igual que la pintura no está dirigida a los pintores, ni la música a los expertos en música, la filosofía tampoco es para los entendidos. La filosofía es para los profanos. La colección «Filosofía para profanos» quiere facilitar el acceso a la filosofía de algunos autores, no explicando sus vidas o resumiendo sus teorías, sino ofreciendo, para cada uno de ellos, una clave en la que pueden ser leídos. A la felicidad se llega por la vía de la alegría desbordante y de la acción. Hay que saber descartar los encuentros tristes, reconocer aquellas cosas que nos convienen y transformar lo inevitable que nos es contrario: en definitiva, cargarse de buen humor y gozar del conocimiento de sí y de los demás.