El itinerario biográfico y político de Gustav Landauer refleja todos los grandes eventos de su época, desde los congresos de la Segunda Internacional, en los que madura la separación entre socialdemocracia y anarquismo, a la República de los Consejos de Baviera, donde encontrará la muerte el 2 de mayo de 1919, bárbaramente masacrado por un pelotón de Guardias Blancas. Pese a la época dramática en la que vive, Landauer está firmemente convencido de que otro mundo no solo es necesario sino también posible, aquí y ahora. Los elementos heréticos que introduce en su pensamiento le permiten elaborar una visión muy original del cambio social. La revolución ya no es un acto, sino un proceso en cuyo centro está el individuo comunitario, o sea el individuo fruto de sus relaciones con los demás.