En "La ética protestante y el espíritu del capitalismo", traducida por Luis Legaz Lacambra, en 1955, se pueden encontrar aportaciones al mundo jurídico de aspectos socioeconómicos, tras una investigación ascético-religiosa de la organización del trabajo, de la producción, de la riqueza, del lucro, de la aristocracia del saber, de la educación y de la profesión. Se acrecienta, por tanto, el Derecho y se hace más viable y justo en una sociedad, en buena parte secularizada por la riqueza . En nuestro tiempo, esta obra es de gran actualidad en los momentos de una relativización de las normas, de sus alternancias, e incluso en lo que se viene llamando una refundación , hacia un nuevo orden económico y social, o una reestructuración industrial-financiera. Si oportuna fue la traducción al español por parte de Legaz, ahora nos da la sensación, al releerla, que un aire fresco pudiera entrar con el análisis histórico de un ascetismo ético-religioso (que) transforma el mundo y se realiza en el mundo.