Kurt Gödel (1906-1978), el protagonista de este libro, dedicó su trabajo y una parte considerable de su vida al desarrollo de la ciencia de la lógica o de lo que podríamos llamar también fundamentos de matemáticas. Esta es seguramente la única razón por la que nunca obtuvo un premio Nobel la lógica no figura entre sus áreas de interés y por la que nunca llegó a disfrutar de la fama que le hubiera correspondido en caso de haberse dedicado a ciencias más populares. Quizá sea esta la razón principal por la cual el símil con la figura de Sócrates surge de forma tan natural. Ambos son un referente que se oculta tras la obra de aquellos sobre los que influyeron de forma decisiva. Ambos deben ser citados y estudiados si se quiere entender la trama íntima de una época. Los dos están, en definitiva, arropados o sepultados, como se quiera ver, por el mito creado en torno a su vida y su pensamiento. Así pues, en las páginas de este libro nos enfrentamos con la obra, y también en parte con la vida, de un genio de nuestro tiempo.