La presente obra describe la importancia de una ciencia tan menesterosa como es la relojería. Díganlo si no los astrónomos, los náuticos, los geógrafos y muchos otros científicos. El autor nos describe los conocimientos que se necesitan para formar a un buen relojero, aportándole una idea sucinta de cada ramo que contribuye a ejercer esta ciencia o arte, en un estilo claro y conciso. Este tratado comprende el modo de hacer relojes de todas las clases, de saberlos componer y arreglar; además, aporta conocimientos sobre elementos necesarios para ello, como son la aritmética, álgebra, geometría, astronomía, geografía, física, maquinaria, música y dibujo.