Vilipendiado durante tres centurias, tachado hasta hace poco de arquitecto caótico y radicalmente irrespetuoso con las normas fundamentales del arte edificatorio, Borromini goza hoy de un reconocimiento unánime y está considerado como uno de los grandes maestros de la arquitectura barroca, quizá el primero en cuanto a la aplicación controlada de la inventiva más audaz a la solución de problemas constructivos y a la creación de modernos efectos espaciales. Faltaba, sin embargo, la obra de síntesis que resumiera las precisas razones de la importancia de la arquitectura borrominiana, el estudio crítico que, lejos tanto de los ataques furibundos como de las defensas apasionadas, analizara y justificara de modo definitivo el valor permanente de la obra de Francesco Castello, llamado Borromini. Esa es la labor que hace unos años acometió Anthony Blunt, que fue durante casi tres decenios catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Londres y director del Instituto Courtauld. El resultado no pudo ser más satisfactorio, y así tenemos en este BORROMINI una obra concisa, didáctica y sumamente iluminadora sobre el arquitecto y la arquitectura de su período.