El diálogo entre cosmovisiones es un desafío de primer orden. El objetivo de este libro consiste, esencialmente, en reflexionar sobre las condiciones de posibilidad de este diálogo. Dialogar es un ejercicio de intercambio de palabras, de búsqueda común de la verdad. Jamás debe interpretarse como una competición, ni como una lucha dialéctica cuyo fin sea convencer al otro de los propios argumentos. Para poder dialogar verdaderamente, resulta imprescindible la virtud de la humildad, la capacidad de reconocer el límite de la propia perspectiva y la audacia para identificar, si cabe, las seminae veritatis en la postura del otro. La noción de diálogo se relaciona directamente con la cultura del encuentro y constituye el gran mecanismo para resolver los conflictos y las tensiones que tienen lugar en la comunidad humana.