El Comentario a Ezequiel está formado por catorce libros, cuya división se debe muchas veces únicamente al interés del autor por hacer que todos los libros tengan una extensión aproximada, pero que responde, siempre que es posible, a la intención fundamental de que cada libro tenga una unidad de contenido. Dada la extensión de los textos, es necesario dividirlos en dos volúmenes; en este primero se incluye hasta el libro octavo del Comentario; el resto de la obra ocupará un segundo volumen junto con el Comentario a Daniel.