A lo largo de su historia, desde la Grecia clásica -en que nace como concepto- hasta hoy en día, la Democracia ha constituido un tema central en la controversia y lucha políticas. Sinónimo de «gobierno del pueblo », fue considerada por los privilegiados e ilustrados como uno de los peores modelos de gobierno y sociedad imaginables y sólo en el siglo XX consiguió la aprobación y el elogio universales. ¿Quiere esto decir que la batalla por la democracia ha terminado? Anthony Arblaster demuestra en esta obra que muchos de los antiguos recelos y sospechas aún persisten y sostiene que la lucha por la democracia apenas ha comenzado. Repasa su historia, su teoría y práctica así como la feroz oposición que generalmente ha provocado y encuentra la esencia de la idea de democracia en la noción de poder popular, explorando, a continuación, su significado y los problemas que trae consigo. A partir de los escritos de Rousseau, Paine y Stuart Mill, el autor muestra la gran distancia existente entre el ideal de una sociedad plenamente democrática y la limitada realidad de las actuales democracias occidentales. La democracia -afirma- sigue siendo un ideal y un reto para los pensadores políticos.