Dotada de una admirable conciencia crítica, Teresa de Jesús tuvo el coraje de deshipotecarse de su tiempo. Segregada del quehacer social y eclesial, como todas las mujeres de su tiempo, su voz aún resuena en el pensamiento actual. En su obra, en su vida, se encuentra un inspirado manifiesto a favor de la mujer, escrito con la pluma de su testimonio personal y con la tinta de Dios. Empeñada en la conquista de la interioridad, Teresa apoyó con tesón el renacer de aspectos individuales de la persona. Con las piezas que nos ofrece Teresa la monja, la educadora, la reformadora, esta obra nos presenta un personaje indiscutiblemente moderno, como se descubre en su perfil femenino, emocional, relacional, de gestión, agresivo. El admirable mensaje social de una mujer que vio la primera luz en la encrucijada cultural renacentista europea resulta, hoy también, un mensaje orientador para los que pisamos los umbrales del siglo XXI.