La dramática y truculenta vida de Jerry Lee Lewis es una de las más legendarias de la historia de la música popular norteamericana. Considerada una de las mejores biografías jamás escritas, "Fuego eterno (Hellfire)" es un fascinante relato que bascula entre la ficción más oscura y desatada y una precisión documental quirúrgica, y que desde su publicación en 1982 no ha dejado de ser aclamado y reivindicado. Nacido en Luisiana de una dinastía que se remonta a los primeros colonos —una estirpe de jugadores y bebedores empedernidos—, Jerry Lee Lewis se debatió desde su temprana juventud entre el Espíritu Santo y las tentaciones del demonio; entre la Salvación y el sexo, las drogas y el rock and roll, y fraguó junto con otros muchachos indómitos una de las grandes revoluciones culturales y musicales de Occidente. Empezó a tocar a los catorce años, cuando descubrió que el piano —que tocaba como un poseso— podía ser un instrumento diabólico y espiritual, y a los veintiuno grabó «Whole Lotta Shakin’ Goin’ On» para la mítica discográfica Sun Records de Memphis y se convirtió en leyenda. Poco después vendrían la provocadora «Great Balls of Fire», las drogas, el arrebato, la fama desmesurada, el matrimonio con su prima de trece años, la infamia y el escándalo… Y cuando parecía que su carrera estaba acabada, renació como artista country a finales de los 60. "Fuego eterno" ilumina el alma atormentada de uno de los salvajes más perdurables de la cultura popular y da cuenta de la gran revolución que supuso la eclosión del rock and roll, cuyo estruendo y revulsivo han llegado hasta nuestros días.