La falsa calma a la que alude el título de este libro extraordinario es la de la Patagonia, una región inmensa, fría y fantasmal en la que el tiempo parece haberse detenido para siempre. María Sonia Cristoff nació en Trelew, una de las ciudades patagónicas de mayor extensión, pero en su primera juventud se trasladó a casi 1.500 kilómetros de distancia, a Buenos Aires. Para ella, por tanto, la Patagonia también ha sido un lugar lejano, olvidado, rodeado de silencio y misterios. Falsa calma es el documento de su regreso. En estas páginas, la Patagonia no es un paisaje de postal sino más bien la puerta de entrada a un paisaje de pesadilla. Con una mirada aguda y no exenta de humor, Cristoff se convierte en una antena para esos personajes excluidos de toda política estatal, apresados en su aislamiento y tragados por una geografía hostil llena de pozos de petróleo; personajes «que no saben qué hacen ahí, que no saben qué esperan, que giran sobre sí mismos, que no saben qué condena están pagando». María Sonia Cristoff conecta diferentes mundos literarios la no ficción narrativa y el paseo psicogeográfico, fundamentalmente. A su paso, se entrecruzan el deambular de Sebald, el tormento de Poe y el sinsentido de Beckett. El lector atento descubrirá que un recorrido por pueblos fantasma patagónicos puede ser, a la vez, una inquietante metáfora acerca del estado del mundo.