Durante su apogeo el circo americano fue el más grande de los espectáculos de la industria del entretenimiento. Desde mediados de 1800 hasta mediados de 1900, los circos ambulantes americanos dieron actuaciones para audiencias de más de 14.000 espectadores, contrataban a unas 1.600 personas entre hombres y mujeres, y recorrían más de 32.000 kilómetros con ferrocarril en una única temporada. Espectáculos en los que aparecían multitud de personajes clásicos como los hombres-bala, superhéroes forzudos, desconocidas aspirantes a estrella ligeras de ropa, atrevidos domadores de fieras y muchas otras asombrosas figuras estrafalarios que atraparon la imaginación americana. En su época llegaron a eclipsar al teatro, al vodevil, a la comedia y a los espectáculos de juglares de la época y, finalmente, ayudaron a allanar el camino al cine y a la televisión para que estos consolidaran la cultura popular moderna. El circo le dio la oportunidad a muchos jóvenes de vivir el sueño de la aventura y la reinvención.Este libro nos trae de nuevo el valor y el glamour que se escondía tras el fenómeno circense. Entre las imágenes encontramos apreciadas reproducciones de fotógrafos clave en estos primeros tiempos del circo como Frederick Whitman Glasier y Edward Kelty, las primeras fotografías en color tomadas en el circo entre 1940 y 1950, célebres representaciones relacionadas con el mundo del circo realizadas por Mathew Brady o Cornell Capa y otras menos conocidas de Stanley Kubrick y Charles y Ray Eames.Por primera vez, los lectores contemporáneos pueden experimentar la leyenda del circo estadounidense en toda su gloria.