Triturar al rival. Ganar. Convertirse en un campeón invencible. Prohibido gritar reúne a diez deportistas de élite para explicar que esas tres metas son las menos importantes en la formación de un niño deportista. En los recuerdos de los protagonistas descubrimos los secretos mejor guardados de una decena de carreras legendarias. Su teoría: que el deporte es una gran escuela de valores para un adolescente. Vicente del Bosque, Toni Nadal, Theresa Zabell, Edurne Pasaban, Enhamed Enhamed, Nina Zhivanevskaya, Carlos Sainz, Joan Lino Martínez, Almudena Cid y Pepu Hernández lo han ganado todo. El Himalaya cayó a sus pies. La copa de campeón del mundo acabó en sus manos. De sus cuellos colgaron todas las medallas imaginables. Hoy defienden el valor del deporte como una herramienta para formar adultos de éxito, solidarios, disciplinados y capacitados para trabajar en equipo. Porque Del Bosque ganó el Mundial sin perder de vista las lecciones de sus profesores. Porque Pasaban doblegó el K-2 y sus miedos con la ayuda de sus compañeros de cordada. Porque Enhamed, deportista ciego, solo volvió a lanzarse en bicicleta montaña abajo cuando encontró con quién formar un tándem. Estas diez biografías son algo más que un recuento de éxitos. Son el mejor reflejo de cómo puede enriquecer el deporte la vida de cualquier niño.
Triturar al rival. Ganar. Convertirse en un campeón invencible. Prohibido gritar reúne a diez deportistas de élite para explicar que esas tres metas son las menos importantes en la formación de un niño deportista. En los recuerdos de los protagonistas descubrimos los secretos mejor guardados de una decena de carreras legendarias. Su teoría: que el deporte es una gran escuela de valores para un adolescente. Vicente del Bosque, Toni Nadal, Theresa Zabell, Edurne Pasaban, Enhamed Enhamed, Nina Zhivanevskaya, Carlos Sainz, Joan Lino Martínez, Almudena Cid y Pepu Hernández lo han ganado todo. El Himalaya cayó a sus pies. La copa de campeón del mundo acabó en sus manos. De sus cuellos colgaron todas las medallas imaginables. Hoy defienden el valor del deporte como una herramienta para formar adultos de éxito, solidarios, disciplinados y capacitados para trabajar en equipo. Porque Del Bosque ganó el Mundial sin perder de vista las lecciones de sus profesores. Porque Pasaban doblegó el K-2 y sus miedos con la ayuda de sus compañeros de cordada. Porque Enhamed, deportista ciego, solo volvió a lanzarse en bicicleta montaña abajo cuando encontró con quién formar un tándem. Estas diez biografías son algo más que un recuento de éxitos. Son el mejor reflejo de cómo puede enriquecer el deporte la vida de cualquier niño.