En los últimos años ha aumentado la preocupación por la convivencia escolar, ante la necesidad de poner freno a los numerosos conflictos que se producen en los colegios y que tienen gran repercusión en los medios de comunicación, sobre todo cuando se ha producido una agresión a un docente o un episodio de acoso escolar que ha acabado provocando el suicidio de un menor. El desarrollo integral del alumno no consiste solo en tener un buen rendimiento académico, sino que también exige atender a otros factores como ser capaz de convivir en armonía con los compañeros, no tener carencias notables en habilidades sociales o dominar diversas técnicas de resolución de conflictos. Una adecuada gestión de la convivencia escolar no tiene únicamente como objetivo erradicar el acoso escolar y las agresiones al personal docente, sino que debe orientarse a lograr que el alumnado aprenda a convivir armónicamente en situaciones no conflictivas, de modo que puedan resolver los conflictos de forma pacífica y racional. El docente tiene un papel clave en la consecución de estos objetivos, si bien también resulta esencial la colaboración de las familias. La convivencia armónica se halla en la base del enfoque preventivo que se desarrolla en este manual: si los alumnos están acostumbrados a interaccionar y trabajar juntos en buena sintonía, será más difícil que surjan conflictos, y en caso de que estos se produzcan, resultará más sencillo afrontarlos de manera pacífica y racional si existe un buen clima en el aula. También se presta atención a las principales estrategias de intervención a las que se puede recurrir una vez que ha estallado un conflicto escolar.