El autor, de un solo trazo, describe la paz como cultura, descubre el secreto de la paz, tan intensamente proclamada y asumida como inalcanzable: ejercitarla, practicarla cada día, cultivarla, para ser paz. Esta obra, lector, es de una gran valía porque demuestra que la paz, en nosotros, en nuestras casas, en nuestras escuelas, en nuestros lugares de trabajo, en nuestros pueblos
en el mundo entero, es posible. Federico Mayor Zaragoza