La pragmática lingüística estudia, no el significado etimológico de la palabra («¿Qué quiere decir esa palabra?»), sino el significado que el hablante pretende dar a la palabra («¿Qué quiere decir con esa palabra?»). Estudia esta segunda dimensión mediante el análisis del lenguaje en uso y más concretamente mediante el análisis de los procesos por medio de los cuales el ser humano produce e interpreta significados cuando usa el lenguaje. Para la pragmática, el estudio de uso del lenguaje es el primer intento de hacer, dentro de la lingüística, una teoría del significado de las palabras en su relación con hablantes y contexto: se trata de explicar, entre otras cosas, en qué consiste la interpretación de lo enunciado, cuál es la función del contexto, qué relación hay entre el significado literal y el significado comunicado, por qué hablamos con figuras, cómo afecta la función comunicativa a la gramática de las lenguas, etc.