El individualismo, que se presenta como el rasgo más característico y diferencial del mundo moderno, expresa la tensión irreductible entre individuo y sociedad: si el individuo queda absorbido por la sociedad pierde su individualidad pero, de otro lado, la dedicación exclusiva a la intimidad conduce a una forma peculiar de alienación. ¿Qué tiene que decir la psicología sobre las posibilidades de solventar adecuadamente los retos del individualismo? ¿Resulta armonizable el proyecto individual de felicidad con las exigencias de la convivencia social y con el compromiso ético en favor de los demás? Este libro busca apoyos en la psicología en favor del personalismo sociomoral según el cual es deseable, y posible, que cada individuo logre atender de forma satisfactoria, y a su medida, las exigencias, no automáticamente armonizables, provenientes de su derecho a la privacidad, de su aspiración y necesidad de sociabilidad, y de su compromiso moral. Esta expectativa de desarrollo personal se vislumbra, sin embargo, como una meta alcanzable tan sólo mediante un empeño que entraña inevitables tensiones.