A la manera de las fábulas mitológicas, la Luna y el Mar se enamoraron apasionadamente, un amor imposible, un amor de lejos. Hércules, que había discutido con su esposa, lanzó su red tan fuerte que por accidente pescó a la Luna y la acercó al Mar. Por fin pudieron darse tiernos besos, los opérculos, que luego Hércules regaló a su esposa para conseguir su perdón. Cuando al amanecer Hércules tuvo que soltar la red, la Luna se alejó, y lloró caracolas, con las que el Mar llama a la Luna cada vez que la añora. La colección Acervo inaugura una serie de álbumes ilustrados que divulgan para el público infantil el patrimonio estético europeo. La mejor forma de que los niños conozcan el acervo gráfico de la cultura occidental. Así que la colección empieza por la recreación del fascinante estilo de las figuras negras sobre fondo naranja de la cerámica griega del siglo VII a.C.