Vivimos en un mundo que parece dominado por una incertidumbre que se expande por todos los espacios de la actuación y el pensamiento humano. En la economía, la crisis actual ha terminado con las pocas certezas y seguridades de que se disponía. El desarrollo tecnológico y la propia globalización son una fuente constante de incertidumbres. Ante esta creciente extensión de las incertidumbres en los frentes de la ciencia, de la economía, de la tecnología, es necesario plantearse críticamente cuál está siendo la actitud del Derecho. La necesidad de dar respuesta jurídica a las consecuencias inesperadas del desarrollo científico y tecnológico ha tenido como consecuencia una progresiva cesión en manos de expertos privados de la capacidad de decisión que legítimamente corresponde a los poderes públicos. Las estrategias de regulación se han vuelto más flexibles y abiertas para dar entrada a la autorregulación y los procesos de decisión jurídica se han vuelto más complejos, debido a la decidida influencia de nuevos reguladores, públicos y privados, de ámbito supranacional. La incertidumbre y la complejidad se han apoderado, así, también, de las instituciones que fueron creadas para garantizar la seguridad y la estabilidad de las relaciones sociales. Los autores de esta obra colectiva, investigadores de reconocido prestigio en Alemania y España, analizan este fenómeno desde una perspectiva comparada e interdisciplinar, en un intento de ofrecer algunas claves que permitan garantizar la seguridad jurídica, controlar el ejercicio de poder y devolver la capacidad de decisión a las instancias democráticamente legitimadas para ello.