Fruto de dos mil años de complejo devenir y de ocho siglos de dominación musulmana, la ciudad de Granada muestra una acusada personalidad, mantenida y reconocida hasta hoy y fuente de inspiración literaria e intelectual que le ha otorgado, como afirma Jean Sermet, su carácter de . Prestigio muy por encima del que pudiera derivarse de su población, que la sitúa en el cuarto lugar de las ciudades andaluzas y en el decimosexto de España, y al que implica su significación económica, más bien mediocre en el conjunto nacional. En fin, si bien es apenas un centro metropolitano subrregional, su extraordinaria universalidad, debida a motivos humanos e históricos, la sitúa entre las ciudades más conocidas y visitadas de Europa.