Un prestamista cuarentón, militar retirado, concierta el matrimonio con una joven huérfana de dieciséis años, para rescatarla de la pobreza. Al empezar el relato –escrupuloso y magistral como pocos en la construcción de la figura del narrador–, el cadáver de la muchacha lleva tendido seis horas delante de él. ¿Qué ha pasado? En La mansa, publicada dentro del Diario de un escritor en noviembre de 1876, Dostoievski abre la puerta a la intimidad de una pareja, desvela todo lo que oculta una relación institucionalmente determinada por la economía y la sumisión, y señala, al mismo tiempo, un inesperado camino a la salvación y a la lucidez. Pero ¿qué puede haber al final del camino, cuando el mundo se compone de «hombres solos rodeados de silencio»? Esta nouvelle figura sin duda entre las obras maestras de Dostoievski. Como dijo Knut Hansum, «un libro muy pequeñito, pero para nosotros demasiado grande, inalcanzablemente grande».