Este libro, complemento de las Obras completas de Chinchachoma, presenta las cartas, las confesiones, de un padre a sus hijos. Les habla del nacimiento, de la muerte, de la adolescencia, de las virtudes humanas, de la importancia del estudio y del ahorro, de la formación de la pareja, del amor de Dios. Les habla también de su dolor porque para conseguir dinero para la familia debe viajar mucho, dar conferencias, aparecer en actos, visitar fundaciones de todo el mundo. Todo ese trasiego le impide estar al lado de cada uno de sus hijos en momentos en que le necesitan. Esa tensión va desgastando su corazón. Ese padre es un sacerdote español, escolapio, que al llegar a México se encuentra con unos niños callejeros que le piden que forme un hogar con ellos. El sacerdote sigue la voluntad de Dios y en poco tiempo ha fundado veintitrés hogares donde atiende a unos trescientos callejeros. Ve su tarea como hacer recuperar a cada muchacho la conciencia de su valía. Pero las últimas generaciones que atiende se encuentran con un papá muy cansado, aunque siga con la misma entrega. La lectura de estas Cartas nos hace entender mejor a Dios como padre lleno de misericordia hacia sus pequeños, lleno de amor.