Amy quiere salir del pueblo, quiere dejarlo todo atrás y le propone a su amigo Robinson echarse a la carretera y viajar, sin planear nada, sin rumbo. El viaje es un salto hacia lo desconocido cargado de emociones: la emoción de sentirse libre, la emoción de transgredir la ley, la emoción de cruzar la última barrera que separa que la amistad del amor... El viaje es la gran escapada, pero hay cosas de las que no es posible escapar.